23 enero 2007

Ojo por ojo

Era una columna, pequeña, en El País. Tenías que fijarte para verla. Una multitud apaleó y ahorcó en México a un ladrón. Robó unas joyas en la casa de un comunero. Sus compañeros le dieron caza, lo apalearon durante horas y finalmente lo ahorcaron. La policía dice que nada pudo hacer para evitar el linchamiento. Yo sólo me pregunto cómo cojones esto puede pasar en el siglo XXI. Nada más.

5 Comments:

Goldfinger said...

Si... la verdad a uno ya no le sorprende, con el tiempo palabras como "muerte", "masacre", "esterminio"... carecen de profundidad y contundencia, y pasan a ser pan de cada día.

Saludos

Anónimo said...

Esto sucede igual que suceden otras matanzas cotidianas. Y no hace falta irse a Irak para oír hablar de ellas. Esto me recuerda al caso del pueblo aquel que le quemó la casa a un delincuente. "La jauría humana" es como debería llamarse a la Humanidad. Ya se dijo: "El hombre es un lobo para el hombre".
Saludos.

Anónimo said...

no hace falta irse hasta méxico. mira estos días lo que pasa en alcorcón :_(

Anónimo said...

Opino como Marta, la crueldad humana no tiene patria. Yo últimamente me sorprendo por todo. El ensañamiento de algunos tipos con otros es algo que no se puede comprender. Pero... todos pisamos el mismo suelo, eso es lo malo, y un sitio equivocado en el momento equivocado... bueno, mejor no pensar en esas cosas... uf!... que fuerte lo de México. Menudo bestias!!!...

1 saludo

Anónimo said...

La raza humana está perdiendo la HUMANIDAD. ¿Ésto nos definía, verdad? Y como comenta Marta, lo más triste es que no hay que irse muy lejos para contemplar la crueldad del ser humano. Efectivamente cada vez nos asombramos menos de noticias como ésta por lo muy frecuentes que son ¡parece mentira! pero así es.