27 enero 2007

Justicia

Seguramente a la familia de Manuel Ríos le costará dormir el resto de las noches de su vida. El 7 de octubre de 2003, mientras se acercaba caminando al estadio compostelano de San Lázaro para ver un partido, se encontró con un grupo de ultras que acosaba a un chaval. Intentó defenderlo. Uno de los ultras le dio una patada que le costó la vida. Pero la justicia, a pesar de las declaraciones de un testigo protegido, ha absuelto al único acusado, Gabriel Rodríguez Pérez. Primero la Audiencia Provincial de A Coruña, ayer el Tribunal Supremo, que no aceptó el recurso de casación interpuesto por la familia de Manuel Ríos. La justicia se ampara en la dificultad de demostrar que fue Gabriel Rodríguez quien asestó la patada mortal. Estaba allí, pateó a Manuel Ríos, pero el testigo (protegido, daos cuenta de lo que eso significa, el propio juzgado está reconociendo implícitamente la calidad moral del acusado), aseguró que llevaba botas y en un vídeo se le ve con zapatillas. Aunque soy socia del Celta y me encanta el fútbol, ya he dicho en otras ocasiones lo que pienso de los ultras. Hasta que esa gentuza tenga prohibido el acceso a los campos de fútbol esto nunca será un deporte. Quizá Gabriel Rodríguez no mató a Manuel Ríos. Pero Manuel Ríos está muerto por culpa de gente como Gabriel Rodríguez. De eso no me cabe duda.

4 Comments:

Anónimo said...

Hasta que el uso de la violencia injustificada (solo la justifico en defensa propia) no sea considerada como un delito grave, la gentuza esta seguirá arreglando su deficiente estado mental a ostia - perdón perdón - limpia con el primero que se encuentren por la calle. Estos ultras de no se qué, pues dudo que disfruten de nada, deberían tener prohibido el acceso a cualquier recinto público. No olvidaré jamás a los Riazor Blues en Balaidos o a los Ultra Sur en una entrada a patadas con todo de un lejano Celta-R.Madrid (por cierto ganamos 5 a 1 je je je, que tiempos!). Cito a estos dos grupos terroristas por ser los únicos que he visto en acción en vivo y en directo, pero vaya por todos obviamente. Los clubes no hacen nada, y ese es el problema. Ya sabemos como funciona esto, es muy viejo. ¡Puta violencia!. Que lástima!...

1 saludo

Anónimo said...

Que conste que a mí no me interesa el fútbol.
Viví mis doce primeros años de vida en Pamplona y una prima mía que era muy fanática (en el buen sentido de la palabra) del Osasuna, nos llevaba a mi hermano y a mí a El Sadar (ahora el estadio se llamaba Reyno de Navarra, malditos patrocinadores). Los ultra de allí, los "Indar Gorri", no eran precisamente hermanitas de la caridad.
Pero aquí en Valencia, los "Yomus" no se quedan atrás. La única afición que he visto comportarse decentemente en un estadio es la del Levante.
Un saludo.

nunile said...

En Barcelona cada vez que me cruzo con algún hooligan inglés me da un mal rollo impresionante, me alejo de este tipo de gente automáticamente, sólo buscan desfase, perderse en la multitud y montar jaleo.

Algunos son auténticos delincuentes que gracias a la masa pasan desapercibidos. En este tipo de situaciones los jueces deberían dar ejemplo, ya basta de gente asesinada de esta manera tan cruel y absurda.

Desesperada said...

claro, es que eso es lo que me alucina, que la gente en vez de ir a divertirse vaya buscando bulla, los clubs de fútbol deberían impedir a esa gente que entre en un campo, no?