28 enero 2007

Brubaker

Ayer vi otra vez Brubaker, esa peli de Robert Redford en la que el nuevo director de una prisión se hace pasar un par de semanas por preso y descubre el trato inhumano que se da a los reclusos. No quiero desvelar el final, siempre puede haber alguien que aún no la haya visto, pero cuando la película termina te queda clarísimo que en esta sociedad los justos tienen poco que hacer. Esta película se rodó en 1980. Hace por tanto 27 años. Y lo que se ve en esa cárcel de ficción (basada en una historia real, eso sí) resulta seguramente tan parecido a lo que sigue pasando en miles de cárceles del mundo que te planteas cómo es posible que el ser humano, en justicia, evolucione tan despacio. Miremos, sin ir más lejos, hacia Guantánamo. Allí siguen sin respetarse los derechos individuales, siguen dando por hecho que un preso es escoria y merece ser tratado como tal. Pero no nos engañemos, el mundo sigue girando sin mayores complicaciones. En la época de Brubaker seguramente pocos sabían lo que sucedía dentro de los muros de aquella cárcel. Hoy el mundo es global, no tenemos excusa. Hoy, la portada de los diarios digitales la ocupaba el temporal. La muerte de las niñas indias ha pasado a la hemeroteca. Tal y como esperábamos.

6 Comments:

Anónimo said...

Menudo PELICULÓN que nos rescata de los recuerdos. Inovidable!!!... cuanto dá que pensar años y años después todavía. Toda la razón desesperada...

Yo lo de Guantánamo lo aparto de todo porque me parece una auténtica sinrazón que atenta contra cualquier ideal lógico y humano. Espero que el próximo presidente de ese país pase a la historia por cerrar ese infierno.

Y lo de las niñas de la India, tremendo. Paso el día pasó la noticia y hala!!! como tú dices si pasa por aquí cerca días y días de programas y llantos. Es muy injusto.

Lo que más me aterra es que seguimos escribiendo sin parar. Eso si me aterra. Entiendes???

saludos...

Desesperada said...

si, pero poco podemos hacer nosotros contra las cosas que pasan, me parece. ojalá desde un blog se pudiese cambiar el mundo...

Anónimo said...

También yo vi la película de "Brubaker" (por cierto, descubrí a Morgan Freeman, al que no había descubierto la primera vez que ví la película).
Al verla por segunda vez, me acordé de "Camino a Guantánamo" que, por si no la habéis visto, es una película dirigida por Michael Winterbottom y que narra la experiencia de un par de jóvenes árabes que pasaron dos años encerrados injustamente en Guantánamo (digo injustamente porque no eran terroristas ni nada).
Quizá desde nuestros humildes blogs no podamos cambiar el mundo, pero por intentarlo que no quede. Además, siempre quedará reforzado nuestro mensaje con películas que reflejan la realidad del mundo en que vivimos y a la que muchos quieren dar la espalda.
Ojos que no ven...

argamenon said...

Esta película es una más de las mil películas que reflejan de lejos alguna de las mil sintuaciones injustas denunciables que hay en nuestro mundo. La cuestión es ¿qué es lo que estamos dispuesto a hacer para evitarlo? ¿Es suficiente con ver salsa rosa, gran hermano, militar en un partido político y comulgar con ruedas de molino por responsabilidad o coherencia con el pensamiento impuesto? ¿Es suficiente con sentirse deprimido y aceptarlo sin más? Yo creo que no. Puedo estar deprimido, por supuesto que puedo; puedo militar en un partido politico, por supuesto que también puedo; y si estoy muy desesperado hasta puedo perder el tiempo viendo salsa rosa, si no se me ocurre coger un libro, pero aceptar comulgar con ruedas de molino me lo proponga quien me lo proponga, por supuesto que no.
Soy libre de pensar lo que quiera, pero que mi pensamiento sea eso, ¡libre!,que no me venga impuesto ni por razones de oportunidad decididas por los demás, ni teledirigido con ese punto de sutileza que se nos mete por todos los poros de la piel aúnque lo detecte y rechace la razón. Que mi pensamiento, cierto o equivocado, sea el mio, y no el resultado de una corriente social.
Quiero seguir pensando y decir lo que pienso; y lo que pienso es que no me gusta lo que me cuentan y veo que sucedió desde Cain y Abél. Ya sólo me falta saber qué debo hacer. Seguro que algún día lo sabré.

Anónimo said...

Anda progre, no te fijes tanto en Guantánamo que seguro que ni de lejos el trato allí se parece al que reciben los presos políticos de la isla a unos pocos kilómetros de distancia. De estos presos, por cierto, a gentecilla como tú, tampoco le gusta hablar.

Desesperada said...

Mira, me había propuesto no hablar más con trolls gilipollas, pero como se ve que no superaste la EGB te voy a explicar un par de cositas: primero, gentecilla lo será tu PIIIII familia.

segundo, el hecho de que no tienes narices de entrar con tu nick ya me indica bastante sobre lo cobarde que eres. sois muchos en la red, tranquilo, busca con calma y encontrarás blogs para gente sin formación, hay a patadas. allí puedes decir gilipolleces y hasta puede que pases por normal!

Tercero, hablas sin conocerme, soy bastante crítica con la dictadura de Castro, pero los lerdos no saben opinar de un tema sin compararlo con otro, ya lo decían los romanos cuando enseñaban retórica.

y para terminar, por gravísimo que sea atentar contra los derechos humanos en Cuba, siempre será más grave en una democracia, paleto, donde se suponen protegidos ciertos derechos. ay, disculpa, es que no sabes lo que significa la palabra democracia, claro, no te preocupes, viene en el diccionario.

por cierto, yo no soy progre, pero tú eres bastante mala persona, porque el hecho de que muriesen cientos de niñas en la India, como comento en la entrada, parece no importarte. estás muy ocupado buscando blogs para insultar y dar rienda suelta al estúpido que llevas dentro. Bien, vete al fútbol a gritar, desahoga más y hay muchos como tú.