Deco

Con 30 años, cientos de millones en el banco y cazatalentos acechándole en cada esquina, el futbolista portugués del Barça, Deco, no pudo resistirse a ir de putas en Londres, al módico precio de 1.500 euros la noche. Hasta hace unos pocos años, ir de putas era algo denostado, que se ocultaba. Pero desde que los iconos sociales del siglo XXI, los futbolistas, retomaron la tradición, se ha puesto de moda. Muchos universitarios de Vigo van de putas, se lo cuentan unos a otros como una gran hazaña y cuando a la gente como yo, que estamos a favor de abolir la prostitución, se nos ocurre criticarlo, nos espetan que a algunas mujeres les encanta ser putas. Dejando a un lado que la prostitución de lujo no supone ni un 1% del total, los datos de la ONU no dejan lugar a dudas: el 97% de las mujeres que ejercen la prostitución en el mundo lo hacen de manera obligada. Cuando sea necesario luchar por ese tres por ciento de afortunadas que cobran 1.500 euros la noche, avisadme, mientras, permitidme que luche por ese 97% de mujeres explotadas, muchas veces secuestradas y esclavizadas por mafias. Esto pasa en Vigo, en Madrid, en Pekín y en Londres, donde los futbolistas de la selección portuguesa disfrutaron tanto. Mientras haya prostitución, hombres y mujeres no seremos iguales. Claro que, en un mundo que convierte a gente como Deco en sus líderes sociales, qué cojones vamos a esperar.