Prima, que algo queda

Foto: Óscar Vázquez (La Voz de Galicia)

El domingo, a las 21.00 horas, media España estará paralizada por el último partido de Liga. Hace muchos años que no se vivía un final de temporada tan emocionante. Pero habrá algo que será igual que todos los meses de junio: los maletines. El mundo del fútbol tiene una moral paralela a la del resto del planeta, sólo así se explican los sueldos insultantes, los obscenos cochazos, las fiestas interminables y demás parafernalia sin la que un futbolista parece no considerarse de los grandes. Y al llegar el final de Liga aparece otro detalle inseparable del fútbol. Las primas a terceros, que nada tienen que ver con las del seguro del coche. Estas consisten en que el Celta, por ejemplo, que se juega el descenso frente al Getafe, pague al rival del Betis, otro equipo que se juega bajar a segunda, si le gana. Primas por ganar. Dicen algunos futbolistas que qué tienen de malo, que lo amoral (e ilegal) sería pagar por perder, pero que por ganar... Como la regulación por estafa ni siquiera contempla esta posibilidad, el pago por ganar está en un limbo legal. Pero no ético. Sé que mucha gente piensa como los futbolistas, que pagar por ganar está bien. Pues yo pienso que es de una amoralidad insultante, que desvirtúa la esencia misma del deporte y que los equipos deben ganar en SU partido lo que aspiren a ganar, no a golpe de talonario en el campo del rival. Como social del Celta, me dolería que el Betis descendiese porque hemos primado a su rival, en lugar de por sus deméritos. Porque quiero que mi equipo se quede en Primera porque se lo ha ganado, no porque lo haya pagado.