29 junio 2007

De taxistas y otras historias

Esta tarde recupero mi coche. Han sido cinco días duros los que he vivido sin él. Alguna gente se lo toma a coña hasta que descubre que no hay modo de llegar a mi casa en transporte público. La localidad más cercana, donde me deja el bus, está a unos seis kilómetros. Así que estos días he tenido que recorrerlos en taxi dos veces. La primera experiencia fue cojonuda. Era un taxista argentino, encantador. Había sufrido en una ocasión el mismo incidente que yo, el levantamiento de capó, y sabía bien las sensaciones que provoca. La segunda experiencia, ayer, fue mucho menos placentera. El taxista descolgó el móvil a los 30 segundos de arrancar. Para llegar a mi casa hay que recorrer carreteras estrechas, típicas de la Galicia rural, donde aún hay tramos en que no caben dos coches. Como hablar, sujetar el móvil y conducir a la vez no es sencillo, el amable taxista me llevó a diez por hora hasta mi casa. Cuando la carretera comenzó a estrecharse de modo peligroso optó por colgar el teléfono y me dijo: "Esto de tener cuñados...", buscando mi complicidad. Pero no la encontró. Más exactamente, le expliqué que hablar por teléfono mientras se conduce está prohibido por la Ley, y que me parecía increíble que lo hubiese hecho llevando a un cliente. Con un tono escuchado cien veces antes en los ejemplares masculinos de la especie, vino a decirme que él era perfectamente capaz de conducir y hablar a la vez, riéndose de las leyes de tráfico y de paso de mí. Porque tuve que pagarle dos euros más que al simpático caballero argentino por el mismo trayecto.

20 Comments:

Anónimo said...

Subnormal, si es que hay cada uno. A mi una vez me llevó uno por la Gran Vía para arriba a más de cien por hora, pero como yo soy más cortao que tú, pues me agarre como pude aguantando el tipo y bajé en cuanto el rojo de un semáforo me lo permitió comentando irónicamente "Mira ya bajo aquí, prefiero acabar el camino caminando. ¿Cuánto es?" ...

Taxista al volante peligro al volante, este dicho es mucho más certero. Ala!

Biquiños!

Desesperada said...

ja ja ja ja es que lo mejor es que el tío estaba flipando porque a mí me pareciese mal que condujese con una mano todo el trayecto! ja ja ja ja

Lucía said...

Mientras haya conductores así ...

Y lo peor es que son un servicio público y deberían ser más responsables.

A mí el dicho me suena a "Taxista al volante, peligro constante".

Alberto T said...

Estos son los típicos que cuando se anunciaba el carnet por puntos protestaban porque les iba a hundir su negocio, porque sabían que se saltaban todas las normas de tráfico y que lo iban a seguir haciendo porque controlan. Y no sólo taxistas, también transportistas y otros trabajadores que van al volante. Por suerte no todos los trabajadores que van al volante sean taxistas u otra cosa no son como ese individuo.

Desesperada said...

hombre, tampoco demonicemos a los taxistas, a mí por lo general me caen genial y me echo grandes parrafadas con ellos, este era idiota, punto,.

Mariano Zurdo said...

Pues eso te iba a decir yo, Desesperada, que hay de todo como en botica. Desde los timadores a los majetes. El otro día uno a mí me desconectó un ratillo el taxímetro porque nos pilló un atasco por un camión de la basura.
Yo soy una mezcla de Wilde y Desesperada. Mejor dicho, algunos días soy Wilde y otros Desesperada. Vamos, que lo mismo se come el móvil que acabamos hablando de nuestros respectivos cuñados...

Anónimo said...

Eso era lo que quería decir Lucía, me obsesioné con el volante jajajajaja

Por cierto, si bien no son tod@s, es cierto que hay muchos del estilo, y porque no entro a hablar de los suicidas de la rúe urbana, en Vigo conocidos como Vitraseros, madre mía!!!

Jano said...

Demasiados pocos accidentes hay por la forma de conducir de la gente, ya que hay un exceso de confianza.

Weno, al final de todo sólo te costó 2€ más... podría haber sido peor.

tootels said...

ES QUE ESTÉ LIBRE QUE TIRE EL PRIMER MÓVIL... JE JE .. ANDA SANTURRONES... LO HABRÉIS HECHO IGUAL PERO SIN COBRAR POR ELLO, Y ESOOOO....
PERO YO NO SOY DOMINGUERO EH?

juan rafael said...

Aquí, en Valencia, dos euros es solamente decirle adonde quieres ir.
Me estoy imaginando el precioso lugar en el que debes de vivir: todo verde, en la montaña...
Besos.

Anónimo said...

Ahhhhhhhhh!!!Quien es el que los defiende, que le voy a contar cuatro cositas. No hay uno bueno. En 37 años no he topado uno bueno, eso debe significar algo, no?.

Anónimo said...

...oye, mira que si el taxista argentino era Komo, juasjuasjuasjuasjuas!

Anónimo said...

Y encima los argentinos tienen un morbosíiiisimo acento..
Groargg

Jove Kovic said...

Y las argentinas Chú, y las argentinas...
No entiendo la tolerancia generalizada hacia los taxistas cafres, por parte de los ayuntamientos.

Anónimo said...

Con la de taxistas que he conocido trabajando para la campaña de Alborch, podría escribir un libro sobre taxistas cafres y otros más amables (curiosamente los más amables eran los sudamericanos).
Saludos.

Joyce said...

Yo una vez cogí uno aquí en Valencia en una de las mayores avenidas y le indiqué ir al cruce entre otras dos grandes avenidas. Nada más salir, ya se iba a la derecha cuando tocaba girar a la izquiera. Se justificó diciendo que era nuevo. Pero es que no tenía ni idea. Ya cualquiera se permite llevar un taxi.

Desesperada said...

hombre, la verdad es que algunos tienen tarea, pero a mí es un gremio que me cae bien, ya digo, soy de las que va de cháchara normalmente, por eso este tipo me llamó la atención, porque era un inconsciente...

no sé quién decía por ahí que todos hacemos cosas así, y sí, las hacemos, ¡pero no somos taxistas! ellos tienen obligación de respetar las normas escrupulosamente, faltaría más!

juan rafael, has dado en el clavo, vivo en un monte (en galicia decir montaña es demasiado, ja ja ja), todo verde e idílico. lo malo es que el transporte público apenas exista! bicos.

Anónimo said...

Los taxistas son un mundo, y cuando llevas unas cuantas copas de más y le tienes que indicar donde vives, la experiencia puede ser antologica! Hubo uno el hijoputa que le digo donde me tiene que llevar y me dice, no, no, yo alli no te llevo que no sé donde esta y no te llevo ¬¬ y el cabrón me hizo bajarme, menos mal que iba tan pedal que en todos los casos me lo tomo a descojone.

Anónimo said...

¡Que buenas estaban las bravas! ays... bien, ayer a las 2 cogí un taxi para volver para casa, y he de decir que el señor era majisimo, en un semaforo de repente me dice, "Y bien, que te parece que hayan echado a Capello", mientras arreglamos los males del Madrid llegamos a casa, fue muy gracioso jajajajajajaja

Del Celta no me dijo nada, curioso ejem ejem

bicos!

banderas said...

Pues yo discrepo de casi todos. En general es un gremio que no soporto... y es que además de machistas suelen ser de un facha subido de tono. O eso es así, o he tenido la mala fortuna de toparme con todos los que son así.

Perdón, conozco dos que no. Mi padre fue, hace más de 40 años, taxista durante 3 o 4 y lo dejó. Un papá del cole de mi hijo mayor es taxista y argentino... y es un tio cojonudo... conduciendo ya no puedo opinar...ja!ja!ja!ja!