27 junio 2007

Incongruencias


Foto: El País

En Galicia, el sindicato Comisiones Obreras tiene 70 empleados. Ayer, todos hicieron huelga. Hoy y el viernes la harán de nuevo. El paro se realizará entre las 11.30 y las 13.30 horas. ¿Y sabeis por qué? Pues porque los supuestos defensores de un mercado laboral más justo, de los salarios dignos y de la plusvalía para el que la trabaja han roto la negociación del convenio colectivo. No les parece de recibo que sus empleados cobren más de 900 euros. Fíjate tú. Alguien decía el otro día que añoraba los tiempos en que los grandes sindicalistas eran grandes. Yo, como miembro de una profesión en la que cobrar 900 euros es de lo más normal, entiendo perfectamente a esos trabajadores. Tampoco los medios de comunicación interesan a los sindicatos mayoritarios. Paradójicamente, cuando los periodistas tenemos problemas ningún medio de comunicación los recoge. Así que la publicidad es nula. Y aunque tengo clarísimo que la precaria situación laboral española no se debe solamente a la inoperancia del movimiento sindical, desde luego tienen tanta culpa como los empresarios, e incluso tanta como nosotros, que aceptamos esos sueldos de miseria sin cuestionarlos.

16 Comments:

Im-Pulso said...

Preferiría no comentar este asunto, pero me ha podido la vergüenza ajena. ¿Qué más puedo decir?, salvo que hoy en día cobrar 900 euros al mes significa negar el derecho a vivir con dignididad. La actitud de CC OO es doblemente triste, porque a la vergüenza salarial se suma otra cuestión: CC OO carece de fondos suficientes para mantenmer el aparato que precisa un sindicato y esto, aparte de otras cosas, evidencia que el grado de afiliación es bajísimo y,por alcance, evidencia que los sindicatos son denostados. El siguiente paso es que los sindicatos operen como oengés, con voluntarios, ccasi casi como en la clandestinidad. El asunto tiene más cola de la que a simple vista se aprecia.

Mariano Zurdo said...

Poco más que añadir. Los sindicatos no crecerán en relevancia social hasta que sean independientes del estado. Mientras que gran parte de su actividad esté subvencionada por papá...
Una vergüenza de ida y vuelta. Sin duda.

Lucía said...

Todos tienen su parte de culpa.
Lo que está claro es que cada vez son más inútiles y sirven de menos.

No sería mala idea que funcionaran con voluntarios que creyeran realmente en las causas que defienden, pero claro vuelvo a caer en mis utopías.

A mí me encantaría trabajar de voluntaria en un sindicato y luchar por los derechos de los trabajadores, pero también quiero mi pisito y comer, e ir al cine y a cenar, ...

Anónimo said...

Tu lo has dicho todo y lo has dicho bien. Totalmente de acuerdo! ...

Anónimo said...

Trabajo en una multinacional de mucho peso y muchas ruedas.
La mayoría estamos afiliados a un sindicato pero no todos. ¿Deberíamos estar todos? supongo que sí pero hay gente que se niega a hacerlo por falta de confianza.
Los sindicatos ya no son lo que eran.
Y mucho mal me sabe

estilografic.blog said...

Ya lo dice el refrán: en casa del herrero, cuchillo de palo.

Anónimo said...

Lo que yo te diga, en todas partes cuecen habas.

Anónimo said...

Está claro, la culpa es de todos, como siempre. Entre unos y otros, la casa sin barrer

Anónimo said...

Puff no me sorprende, por desgracia.

900 euros sueldo de miseria? pues no sé cómo se le llamaría a cobrar menos entonces..

Anónimo said...

Yo creo que los sindicatos en España desaparecieron con la llegada del PSOE de Felipe Gonzalez al poder. Habia que hacerles la cama y estarse quietecitos fomentando el miedo de que " si no nos portamos bién viene la derecha". Ahí la cagaron; ellos por relentizarse y nosotros los mileuristas de entonces por consentirlo.
Nos vendiero para sostener a los impresemtables de aquel gobiernillo "obrero" de derechas.

banderas said...

Desde la Quinta Planta confesamos la vergüenza que nos invade por el hecho de que un sindicato, que debiera ser la organización fundamental de la defensa del trabajo digno, tenga a sus empleados mal pagados o, como poco, peor pagados que sus mismos empleados en otras comunidades autónomas. Me explico: el problema es exclusivamente de Sindicato Nacional de CC.OO. de Galicia, y no de la globalidad del Sindicato.

Es cierto, como dice Felix Soria, que los sindicatos llevan una larga temporada perdiendo la confianza de los trabajadores... bueno, de una buena parte de ellos.

No menos cierto es que CC.OO. de Galicia ha perdido últimamente bastantes delegados y afiliados en favor de otros sindicatos, especialmente de la C.I.G. (cosa que no le ha sucedido en comunidades autónomas donde no existen sindicatos de entronque nacionalista) y ello le ha hecho perder ingresos en relación a otras comunidades autónomas.

Igualmente es cierto que CC.OO. de Galicia no anda precisamente sobrado de fondos, y ello en buena parte se debe a una directiva arcaica, anquilosada y endiosada, que lleva demasiados años en la cima. Cambian de puesto, pero siguen estando en la cúpula que todo lo ve y todo lo oye. Como en las mejores familias, en CC.OO. de Galicia hay una especie de "clan de la boina" (al estilo P.P. de Galicia, para qué negarlo) que tiene pactado el reparto de los puestos importantes y controla las diversas Uniones Comarcales. El problema es que las voces discordantes, que las hay (como en todas las familias, también) son una minoría y, en las escasas ocasiones en que pueden y osan manifestarse, son acalladas a golpe de "mayoría".

Lo que tambien es cierto, y se calla porque a lo mejor se desconoce o no interesa decir, es que buena parte de esos trabajadores a los que Sí, EN EFECTO, se está puteando, están ahí porque son o eran amigos o familiares directos de viejos líderes del sindicato y fueron entrando por vocación y por recomendación.¡¡Ooooooh!! ¡¡¡Qué horror!!! ¡¡¡Rasguémonos las vestiduras!!! Peeeeero, haciendo examen de conciencia ¿quién es el guapo que nunca ha intentado que le dieran un empujoncito, una ayudita, un enchufillo, un favorcito de nada?... el que no lo haya hecho puede tirar la primera piedra. (Palabrita del niño Jesús). El qe esté libre de pecado...

Buena parte del problema viene dado precisamente por este factor... los antiguos dirigentes metieron a sus amigos y familiares en el sindicato con unas condiciones que admitían porque eran conscientes de que estaban ahí por lo que estaban.

Ahora, y desde hace unos años, sus viejos apoyos han ido marchándose, jubilándose, muriendo... y como consecuencia esos trabajadores se encuentran por fin libres de ataduras y de compromisos a la hora de protestar... porque nada deben ya al Sindicato.

No exculpo a CC.OO. de Galicia, ya que tiene una gran parte de culpa. Tampoco culpo a los y las trabajadores y trabajadoras (bastante tienen ya con lo que tienen y bastantes presiones habrán recibido para callar lo que ahora dicen).

El problema es viejo, está enquistado y tiene difícil remedio... bueno, no, con dinero todo se arregla... en la macroeconomía y en la doméstica... pero CC.OO. de Galicia adolece de ese dinero... y eso que en Vigo, por ejemplo, están ahorrando el alquiler de los locales en que se situaban hasta hace bien poco. Al menos los edificios que su cooperativa de viviendas (VITRA) se comprometió a hacer están hechos... y no como ha sucedido con las cooperativas de otros sindicatos (aún tengo memoria suficiente para recordar cosas que a otros sindicatos deberían darles muchísima más vergüenza).

Sobre los sindicatos... es cierto que en buena medida se han burocratizado y acomodado, pero no es menos cierto que sin su presencia el mercado laboral sería aún mucho peor: los empresarios harían lo que les saliera de ahí mismo, y el gobierno (del color que fuere) no tendría una voz sobre la mesa de negociación que desentonara con la de los empresarios. Es por eso que sigo pensando que son útiles y necesarios y sólo por eso merece la pena que sigan existiendo y trabajando. ¡¡Que arreglen sus asuntos con sus empleados y que se dediquen a su labor, que trabajo tienen mucho por hacer!!

banderas said...

Pido perdón por el "adoquín", pero es que quería matizar y explicar muchas cosas para ampliar el conocimiento del tema. Gracias.

Im-Pulso said...

Banderas, tu texto no es un adoquín. Es interesante y da pistas y razonamientos útiles. Un abrazo.

Erayo Peroyano said...

Esto ya es rizar el rizo. Si para pedir a todos se nos llena la boca, y cuando es para que paguen otros, se pide y bien alto... pero cuando hay que dar...

Un saludo.

Jove Kovic said...

Los llamados sindicatos de clase se han convertido en organizaciones opacas y anegadas por las corruptelas debido al nulo control de las direcciones sobre los cuadros intermedios que "cortan el bacalao" en los comités de empresa por ejemplo.
Lo que días atrás decía sobre los partidos ( limitación a la permanencia en los cargos, listas desbloquedas, control sobre el patrimonio de los dirigentes, etc.) es perfectamente aplicable a los sindicatos.
En mi empresa, altos representates sindicales, tienen comportamientos casi mafiosos a la hora de proteger a algunos afiliados impresentables que se pasan la jornada laboral en el bar de la esquina ( por poner un ejemplo cotidiano)
Sin hablar de las extrañas negociaciones sobre bandas salariales, que han perjudicado claramente el poder adquisitivo de los trabajadores.

Anónimo said...

Pues resulta, que la única manera que he encontrado de luchar por unas condiciones dignas en mi sector, ha sido presentarme por uno de los sindicatos mayoritarios. Sólo lo he hecho por eso, por pelear activamente y abandonar la pasividad. Curiossamente, los mayores problemas los generan los propios trabajadores, y resultamos ser los más intransigentes con el trabajo de los demás y, como dejas entrever, los más pasivos.
Perdón por el ladrillito despúes de tanto tiempo!.
Sigo leyendo.
Un beso.