20 febrero 2007

Barco a la deriva


Desde el viernes, un barco fantasma traza la línea del horizonte de la costa gallega. Como el recuerdo de una pesadilla anterior, el Ostedijl zizaguea entre las olas, remolcado por el Don Inda, emanando gases de su carga de seis mil toneladas de fertilizantes. Dicen los expertos que los gases no contaminan el mar. Esta vez, es la gente la que se lleva la peor parte. El oleaje y el viento han impedido que el buque se acerque a un lugar abrigado, cerca de Estaca de Bares, quizá el lugar más hermoso de Galicia, donde estaba previsto enfriar las escotillas con las bodegas abiertas. Así que el Ostedijl sigue trenzando un camino invisible, hasta que alguien decida qué es lo mejor para inutilizar su venenosa carga. Es evidente que el Prestige no nos enseñó demasiado: seguimos sin saber reaccionar ante una crisis.


Foto: El País

8 Comments:

miriño said...

Bufff... a min isto estame traendo de cabeza.

Aquí pódese ler unha reflexión moi boa deste caso.

Anónimo said...

Nada que nos quedamos sin vacas y sin bosques (era así?)
Un saudiño

Anónimo said...

Ya lo dije una vez y lo mantengo, los gallegos tenéis muy mala suerte con los barcos. Primero aquel petrolero en el año 78, después el Mar Egeo (recuerdo la imagen del barco ardiendo frente a la Torre de Hércules), después el Prestige y ahora éste.
Exijamos al Gobierno español y al Gobierno gallego que los barcos con mercancías peligrosas no realicen más esta ruta hasta que no tengan medidas de seguridad eficaces.
Un saludo y esperemos que esto se solucione cuanto antes.

Anónimo said...

El hombre es el único Animal que tropieza dos veces con el mismo barco. Una pena.

Besos desde el agua.

Desesperada said...

y lo peor es que parece que nadie sabe cómo resolver la crisis... y kurtz, te olvidas de uno de los peores, el casón, fue hace años, decían que traía algo radiactivo, fue otra mala gestión tremenda. si es que es lo que dicen alba y álvaro, que tropezamos mil veces con el mismo barco...

Anónimo said...

Les sale más cuenta pagar las multas ridículas que les impone la UE, que modificar los cascos y los equipos de navegación de sus flotas asesinas.

Anónimo said...

Podemos encerrarlos a todos en el Ostedijl, que huelan un ratito...o que enciendan un mechero.

Desesperada said...

sería estupendo poder hacer eso, jovekovic, pero no lo veo yo claro, quizá si los gobiernos se limitasen a endurecer las exigencias sobre estos barcos se acabasen los problemas. hace poco tuvo un accidente un petrolero doble casco no recuerdo dónde, y no pasó nada, porque el doble casco retuvo la carga...