Una historia de gansos

Os voy a contar una historia que he leído hoy en El País. Supongo que a todos os encanta el foie-grass. Yo no como carne, pero al paté me costaba resistirme hasta que, hace poco más de un mes, mi hermano me envió un ilustrativo documento en el que se veía con claridad cómo se hace. No quiero que tengáis pesadillas, pero las ocas son cebadas sin piedad, con un embudo, y las hacen comer y comer hasta que, cuando están a punto de reventar, las sacrifican. Es... no sé, después de ver esas fotos no he podido probar de nuevo el paté. Resulta que una empresa extremeña descubrió que un determinado tipo de oca que pasaba por la zona antes de emigrar a África se cebaba antes de emprender el largo viaje. Así que se les ocurrió hacer paté alternativo, sacrificando a los animales después de que se cebasen de forma natural. Y han arrasado en toda Europa con este producto, lo que ha desatado las iras de los fabricantes franceses de foie. Parece increíble que a alguien decente pueda cabrearle que se descubra una forma de hacer paté que no exija el maltrato salvaje de las ocas. Como si para que nuestros paladares de especie depredadora disfruten fuese necesario el sufrimiento animal. Os invito, si os parece, a dejar de consumir foie francés para comprar el que fabrica esta empresa extremeña. Se llama la Patería de Sousa.