24 diciembre 2006

Bailar en la oscuridad

Quiza no es hoy el día más indicado para hablar de analfabetismo. Es Nochebuena, parece que todo se inunda de buenos deseos. Bien, pediré uno, que mañana no quede ninguno de los 50.000 analfabetos que se calcula hay en mi tierra, en Galicia. El porcentaje de población analfabeta total es del 2,05%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. A esta cifra hay que sumar a los analfabetos funcionales, que saben leer pero no entienden lo que leen. Siento una profunda angustia al pensar que hay tanta gente cerca de mí que no puede disfrutar leyendo, o escribir una carta a un amigo. O, simplemente, entender la letra pequeña de esos contratos que firmamos, en el banco, por ejemplo. Ser analfabeto debe ser parecido a ser ciego. Sentirte en la oscuridad. Sentirte muy solo, seguramente. Enganchado a la televisión, porque no tienes más remedio. El otro día escuché en La Ventana de Gemma Nierga a una mujer mayor, que, al separarse de su marido, decidió aprender a leer y a escribir. Tenía más de sesenta años. Había dejado la escuela de muy niña, para trabajar. Después se casó. Y siguió bailando en la oscuridad. Qué valiente, pensé, lanzarse a esta aventura tan mayor. Ojalá mucha gente la imite.

2 Comments:

Anónimo said...

Preciosa tu entrada desesperada!!!. Y no añado nada del tema porque estoy de acuerdo, sin más, sin menos, con todo. Bikos

Desesperada said...

me encanta tener un lector como tú, tan agradecido, de verdad, me das ánimos para seguir escribiendo,je je je, gracias!!!!!!!!!!