Gilipollas

Perdonad el taco (sobre todo Marcos, le prometí ser comedida en el lenguaje) pero es la primera palabra que se me ha venido a la cabeza después de leer en La Voz este titular: "Keith Richards confiesa que se esnifó a su padre". "Él fue incinerado y no pude resistir hacerme un tirito con él. A mi padre no le habría molestado, no le importaba una mierda", explicó el rockero británico. Creo que me he quedado corta llamándole gilipollas. Claro que, tras intentar escalar un cocotero con 63 años y darse la tremenda leche que se dio, es normal que su cerebro haya quedado tocado. Lo triste, y perdonen los fans de los Stones (yo es que soy de los Beatles), es que estas momias no decidan retirarse de una vez en lugar de ganar dinero a costa de su leyenda, que a este paso terminará por desaparecer. Una pena. Retirarse a tiempo es una de las decisiones más sabias que un grupo mítico como los Rolling Stones debería haber sabido tomar.