WANTED!

No olviden este rostro. Es de la peligrosísima delincuente Jammie Thomas, de 30 años, madre soltera de dos niños. Su gran delito fue descargar música en Internet, por lo que va a tener que pagar 6.600 euros por cada una de las 24 canciones por las que fue condenada por un jurado de Minnesota: en total deberá pagar 222.000 dólares. Esto supone que, de por vida, se le embargará un cuarto de su sueldo. En España aún estamos a salvo, porque el intercambio de archivos sólo es delictivo cuando se hace con ánimo de lucro. Pero todo se andará, con la SGAE por medio. Me resulta increíble que las poderosas compañías discográficas tengan en todo el mundo tal apoyo institucional. Como si no hubiese delitos más graves que perseguir. Estoy harta de alquilar un DVD y tragarme el anuncio de "La piratería es un delito", estoy harta de ir al cine y que nos pidan que denunciemos al de al lado si lo vemos grabando la peli. Jamás me han pedido tanta colaboración para detener a un violador, a un asesino, a un pederasta, a un terrorista. Ya está bien, joder, ya está bien.