Reunión de empalagosos

Permitidme la cuota de empalague de la semana... La actualidad obliga, y Fernando Alonso y la empalagosísima cantante Raquel del Rosario se han casado hoy, al parecer. Y, curiosa casualidad, en Maldivas, justito donde Cruise y Katie, los reyes del empalague, están de luna de miel. ¿Es posible imaginar lugar menos apetecible para estar mañana que Maldivas, a pesar del paraíso que son? Pues sí, prefiero estar en mi casita bajo la lluvia que no cesa, ver mis árboles encharcados y aguantar a mis tres perras empapadas llenándome de mierda, todo a la vez, que compartir playa con esos cuatro. Y que conste que Alonso, al que media España odia, a mí me cae bien, o me caía hasta que se lió con esa empalagosa. EMPALAGOSA y Alonso, en la foto, se besuquean a los pocos meses de enamorarse. Este verano ella vino a tocar a Vigo, bueno, a tocar, a contonearse sin demasiada gracia por el escenario con su voz súper reverberada (lo siento por sus fans, pero es que la chica no canta, qué se le va a hacer). El caso es que me tocó currar en ese concierto y la muy moñas decía entre bambalinas: "Como la gente empiece a gritar Alonso Alonso, es que suspendo el concierto". Animé a todos los conocidos a los que me encontré (sí, qué queréis, conozco gente con gusto musical atroz, todos tenemos defectos) a que gritasen Alonso Alonso. Pero ella no suspendió el concierto. Su amantísimo novio, mientras, la escuchaba cantar escondido tras una gorra para que nadie le reconociese. Esa noche comprendí que el amor es ciego, o, mejor dicho, sordo. Yo, escuchando ese concierto, hubiese dejado de amarla...