Mestalla y otros pelotazos

Ayer tuve una iluminación. Fue viendo una película deliciosa, Antes del amanecer, esa en la que Ethan Hawke conoce a Julie Delpy en un tren que va a Viena y pasan una noche juntos. El diálogo de esta película es chispeante, inteligente, contagioso. Lo mismo sucede en la también estupenda segunda parte, Antes del atardecer, en la que se encuentran, diez años después, en París. Hay un momento de la película en la que los dos protagonistas, jóvenes, comprometidos, rebeldes, se plantean la necesidad del ser humano de tener cosas como una forma de creer que hay algo después de la muerte. Bueno, el diálogo no era exactamente así, esto es lo que me sugirió a mí, en realidad. Porque si la vida es lo que es, no entiendo por qué la gente se empeña en poseer a toda costa pedazos de suelo, verticales y horizontales, para tener una vida mejor. ¿No sería una vida mejor abandonar tanto vacío para dedicarnos, simplemente, a vivir? Leo El País, y desayuno una espectacular imagen del futuro campo de fútbol del Valencia, una vez que ha conseguido pelotear con Mestalla, como ya hicieron el Real Madrid, el Español, etc etc. Es decir, todos los clubes con campos no municipales. Y la reflexión fluyó de nuevo, me hice la pregunta otra vez, ¿por qué tenemos esta necesidad imperialista de poseer, de tener más? Nos sucede a todos, incluso a nosotros, la gente de a pie. Se nos antoja un abrigo de ante, unos zapatos fuera de nuestro presupuesto, un libro o una cena especial. Algo que, de un modo u otro, nos hará sentir mejor. Quizá para sentirnos mejores, que es otra historia, deberíamos pensar en cosas mejores. Pero la sociedad nos circunda con su circo de vanidades, y es muy difícil sustraerse a él. Luchemos por un mundo mejor, en el que futbolistas y modelos no sean los dioses, sino que nuestros ídolos sean la gente comprometida, esa que deja su casa para ayudar a los demás sin pedir nada a cambio. Como ese cooperante ourensano, Roberto Vila, secuestrado hace unos días en la franja de Gaza. Sigue allí, ayudando a los palestinos.