Después del asesinato en octubre de la periodista rusa Anna Politkóvskaya , muy crítica con el régimen de Putin, esta semana nos sacudió el presunto envenenamiento de otro opositor al presidente ruso, Alexander Litvinenko. Litvinenko murió envenenado con talio, pero antes de morir concedió una entrevista a The Times y acusó directamente a Putin. El ex espía aseguró haber sido envenenado el día 1 de noviembre, tras una reunión secreta con dos contactos rusos, cuenta El País. Litvinenko cenó con ellos en un restaurante japonés. De estas terribles acusaciones se desprende una realidad, y es que Putin, ajeno a las leyes internacionales, quiere silenciar a todos los que se le oponen. Aún le falta mucho para ser Stalin, pero parece que, como el gran dictador ruso, quiere convertirse en un dios. Me pregunto qué estará pasando realmente en Chechenia, ante la pasividad de Europa. Qué pasará en Rusia, si quienes piensan distinto son asesinados. Estamos rodeados de desesperación.
Foto: El País
1 Comment:
Yo pienso que a todos nos da horror averigüar que pasa en estos paises de la antigüa Unión Soviética. Debe ser atroz. Pero todos lo sabemos. En fin. A veces es mejor no mirar, por cobarde que resulte. Y es que ya sabemos que el poder corrompe. La mayor verdad política escrita jamás. Me da miedo este tipo, el Putin digo, se le ve en la mirada asesina que tiene.
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