30 septiembre 2007

Temores fundados

He escrito muchas veces sobre mi odio a la pirotecnia. Sabéis que detesto profundamente las fiestas populares aderezadas con ese ruido infernal, que nunca he entendido a quién puede divertir. Hoy ha sucedido algo en Galicia que espero que sirva para imponer algo de cordura en esta especie de barra libre nacional a la hora de lanzar cohetes. Porque uno de ellos ha hundido un barco de quince metros de eslora. Supongo que esto hará pensar a las autoridades que cuando tu vecino el pirado lanza durante cinco horas seguiras cohetes quizá alguien debería preguntarle si tiene permiso municipal para hacerlo. Puede que este costoso accidente decida a algunos ayuntamientos a especificar en sus ordenanzas municipales que los días de viento quizá sería más recomendable no utilizar pirotecnia. Ya no diré que alguien se plantee prohibirla directamente, cosa que yo aplaudiría, pero, al menos, que alguien imponga cordura de una vez.

8 Comments:

Kurtz said...

¿Cordura? ¿En este país? ¿Después de la que se organizó en Valencia porque se quería prohibir a los menores de doce años manejar petardos peligrosos? ¿Después de que Rita dijera aquello de "pólvora para todos"? ¿Después de que cada año, en lña Comunidad Valenciana explote alguna pirotecnia y provoque muertos?
En fin...

Lucía said...

La pirotecnia si se debe realizar (que yo también lo discuto), deberían realizarla profesionales con las condiciones de seguridad necesarias, nada de aficionados.

Anónimo said...

jajajaja comparto hasta el infinito y más alla tu asco por los petardos de los cojones. No puedo con ellos, es superior a mi, ojala se los meterian por el culo y del salto que dieran se quedarán colgados del campanario.

Desesperada said...

BIENNNNNN ¡no estoy sola! es que cada vez que protesto por los putos petardos alguien me dice: hija, qué intransigente, las fiestas son una vez al año. Sí, una vez al año en cada puñetero pueblo, es decir, yo tengo petardos garantizados de mayo a octubre!!!! ah, y olvidaba navidad, inmaculada, constitución, carnavales... grrrrrr

Jove Kovic said...

Esta noche pasada, he tenido un concierto a cargo de una orquesta debajo justo de mi ventana. Para acabar de arreglarlo, esta mañana, a las 8:00, me ha despertado una banda de idiotas con salvas de trabuco. Estoy hasta los cojones de la Barcelona mediterránea y acogedora, para cualquiera que no viva en ella.

Elena said...

La pirotecnia es un virus nacional, igual que todo lo que tiene que ver con el ruido. Es normal tirar cohetes en la feria, en la verbena, en la velá del barrio, cuando sale la virgen, cuando vuelve, cuando gira la esquina y cuando faltan dos semanas para que salga. Y los que no los soportamos somos los intransigentes, total, si son cuarenta veces al año...

Amiga desesperada, coincidimos en algo más que en aficiones literarias. Me siento acompañada.

Un abrazo

Anónimo said...

A mi los colores y figuras de los fuegos artificiales me gustan, y mucho. Pero lo que es el ruido... no lo soporto. Esas tracas que solo provocan humo y ruido (como la mascletá por estos lares) me parecen el mayor bodrio jamas visto.

No obstante un barco de 15 metros... bah, eso no es nada, Desesperada. Al fin y al cabo lo pagas tu. Hasta que no se le queme la casa al alcalde de turno aquí nadie mueve un dedo.

Viguetana said...

Qué fuerte. No me había enterado...