Ha desaparecido un avión en el Amazonas. Los radares lo perdieron tras chocar con un jet privado. Más de cien personas están, probablemente muertas, perdidas en cualquier rincón del Matto Grosso. En estos tiempos de globalización, todavía es posible perderse. Aún podemos desaparecer, sin dejar rastro. Las máquinas no lo pueden todo, hay agujeros negros en los que un ser humano, si quisiera, podría vivir sin que nadie lo supiera. Han tenido que morir ciento cincuenta personas para que nos demos cuenta de la fragilidad de nuestro mundo supuestamente perfecto. Nadie ha podido salvarlas, ni siquiera intentarlo, porque no saben dónde están. Quizá, a pesar de la tragedia, saber que existen lugares donde aún podríamos ser libres sea lo único que nos permita seguir adelante.
01 octubre 2006
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1 Comment:
Pero esos lugares aunque es cierto que existen, se parecen más a los sueños que a la realidad. Supongo que son ese tipo de sitios de ensueño. Es curioso, un día siglos y siglos atrás, soñamos con todo este futuro y ahora, soñamos con sitios así. Por suerte, o por desgracia, finalmente dieron con el avión. ¡Un lugar menos donde perderte!...
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