Anna Politkóvskaya era periodista. Era rusa. Y era muy valiente. Durante años, denunció las atrocidades que el gobierno de Putin comete en algunas de las ex repúblicas soviéticas, sobre todo en Chechenia. Documentó las torturas, acusando a Oocidente de hipocresía por permitir un genocidio más. La relación con Rusia siempre ha sido complicada para Europa, pero es indudable que sus atrocidades se miden con distinto rasero a las de otros estados. Ya en la segunda guerra mundial, los Aliados recibieron el apoyo de Stalin aún sabiendo lo que el líder ruso estaba haciendo dentro de sus fronteras con los que se oponían al régimen de los soviets. Ahora está pasando algo parecido. Europa guarda silencio mientras la situación en Chechenia es inenarrable. Politkóvskaya sabía que se jugaba la vida, pero, aún así, siguió adelante. Su sentido de la ética fue más poderoso que el miedo. Ojalá su lucha no quede en el olvido.
09 octubre 2006
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1 Comment:
La verdad es que hay gente increíble. Mientras otros nos perdemos en guerras internas por tonterias estas personas se meten en guerras externas por la humanidad. No la conocía. Trataré de saber más cosas de ella.
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