09 febrero 2008

Miradas

Hoy he estado en la perrera de Vigo. Rodeada de decenas y decenas de perros mendigando una caricia. Cuando volví a casa, mis perras se volvieron locas entre los miles de olores de extraños que viajaron conmigo. Yo sólo podía mirarlas y pensar en la suerte que tienen. Recordaba al husky de ojos tristes al que le costó un mundo acercarse a nosotras. Al mestizo negro, enorme, que ni siquiera se levantó. Al grandioso rottweiler buscando disimuladamente un sitio al sol. A los cientos de palleiros de color pardo, rodeándonos, dejándose acariciar como si ninguna de nosotras fuese una extraña. Y de pronto me di cuenta de que soy yo la que tiene suerte. De recibir ese amor a prueba de todo que me regalan cada día mis perras. Por que ellas son las únicas que siempre, pase lo que pase, están ahí para regalarte una sonrisa. Porque les da igual si has metido la pata, si has hecho el gilipollas, si has dicho lo que no debías. Qué suerte tenemos quienes podemos convivir con uno de ellos.


P.S. En unos días, os contaré un proyecto que mi inseparable Marta, otra buena amiga y yo vamos a lanzar centrado en las adopciones de animales.

30 Comments:

Kurtz said...

Pues sí, mucha suerte tienes (tenéis) de recibir ese amor incondicional.
Bicos.

Laura said...

yo no puedo ir a las perreras ><

Ojalá algún dia pueda tener una casa con jardin para tener perros de las perreras.

Es mi sueño. U_U

Irreverens said...

Yo estoy como Chú. Siempre he querido tener perro pero nunca he vivido en sitios apropiados. Considero que necesitan espacio para correr, aunque sé que el cariño que recibirían compensaría esa falta de espacio, a mí me duele el alma ver a ciertos perros enclaustrados en minipisos.

Por cierto, estaré encantada de conocer ese proyecto, Des y Marta.
:-)

Bicos a las dos.

Marta G.Brea said...

Des, espero ponerme ya con las fotos, y te envío también las que te hice esta mañana. Hoy fue un día ilusionante, y a la vez tristísimo. Todas las caras de los cientos de perros que vimos y acariciamos así lo atestigua. Me alegro tanto de que por fin pongamos en marcha este proyecto, y sobre todo hacerlo contigo, un privilegio que no acabo de creerme.

Irreverens, estoy segura que te gustará, bicos también para ti.

la cocina de frabisa said...

Nada hay más fiel que un perro, ni nadie que ofrezca un amor más incondicional. Sus miradas siempre emocionan. Me dan mucha pena aquellos que son abandonados por mor de algo tan trivial como unas vacaciones!

Anónimo said...

Está claro que los animales nos dan muchas veces cosas que las mismas personas no podemos o mejor dicho, no queremos. Así somos...

Caminante 2.10 said...

Muchas veces... los animales son capaces de dar cosas que el ser humao no es capaz ni de apreciar.. asi que lo que cuentas no me extraña para nada...

Disfrutalo tu qe sabes apreciarlo..


Por cierto hay cambios blogueros en mi mundo que a lo mejor te interesan y a lo mejor no.

Anónimo said...

Y que mala suerte tienen ellos de que sean abandonados por insensatos...

Lucía said...

Yo tampoco puedo ir a las perreras, se me parte el corazón y querría llevármelos todos a casa.

winfried said...

Mis perros van a la peluqueria mañana, a Dazee le toca un baño, limpiar las orejas, los dientes, cortarle las uñas y cortarle el cabello. A Vinnie un baño, cortarle las uñas, limpiarle las orejas y los dientes, es como un Spa de perros.

La primera vez que llevamos al Chubbs al Spa, cuando salio, le hubieras visto la ALEGRIA que tenia, el si pudo ver la diferencia de un dia en la perrera y otro en un lugar atendiendolo full. Estuvo siempre agradecido hasta su ultimo dia de vida. El 17 de este mes cumple un año de su partida, coño como extraño al perrito!!

entrenomadas said...

Querida Desesperada,
mañana me toca ir a mí al refugio. Y ya estoy nerviosa, ya me agobio, ya me tiembla todo. Lo paso fatal, pero hay que hacerlo.

Sí, los míos tienen suerte, pero más tengo yo de tenerlos a ellos.
Estoy feliz porque dos de ellos han sido adoptados. Uno de ellos pasa de estar en un local abandonado a vivir en la Costa Brava con una chica encantadora.
AY, el otro se va a Huesca.

Bueno, es una buena noticia que tendré que recordar mañana una docena de veces cuando vea a los que miran y buscan que te los lleves de allí.

Un beso, tres, que mis gatos se animan enseguida.

Jove Kovic said...

Hola Des, espero que podáis sacar adelante el tema. Saludos a Marta G.

leo said...

Ya nos contarás de que se trata. Aún sin saber nada, tiene buena pinta ;)
Las perreras son unos sitios muy tristes. Las miradas de los animales, en especial de los perros (que cualquiera diría que tienen alma), tienen el poder de conmover, a poco sensible que uno sea.
Besotes de domingo.

Toni Rajo said...

Estoy deseando descubrir el proyecto.

y...¿qué te voy a contar de los perros que no te haya contado ya?

Un beso guapa!

Mar said...

Se me parte el alma de leer las historias de algunos perros en páginas web de perreras o en la de Melisa Tuya (http://blogs.20minutos.es/animalesenadopcion). No puedo entender cómo se le puede hacer a un animal las cosas que les hacemos (a cualquier tipo de animal, no sólo a los perros). Ánimo con ese proyecto, ya nos tenéis intrigados.

A través del velo said...

Los perros dan su amor de forma incondicional, jamás juzgan y siempre son agradecidos. Creo que eso es lo que echamos en falta a menudo con las personas, todos tenemos nuestro pequeño o gran ego, nuestras actitudes neuróticas, nuestra personalidad, en resumen y justamente eso es lo que nos separa a unos de otros. Los animales... carecen de todo eso.
Yo también siento curiosidad....
Un abrazo

Anónimo said...

no os preocupeis que dentro de poco os contaremos todo, es simplemente un blog para que la gente adopte perros del refugio de Vigo, a ver si podemos aportar nuestro granito de arena.

d.a. said...

Que más quisiero yo...que me llamáran animal en vez de persona,porque él, respeta la naturaleza y el hombre la destruye.Los animales son como los bebes...necesitan mucho cariño y protección,porque viven siempre en la inocencia.Me encanta tu blog!!Te dejo un abrazo muy fuerte :)

Anónimo said...

Una vez, un ex-novio me regalo un enorme ramo de margaritas. Se que fue con toda su buena intención y cariño, pero lo que tu dices es cierto, hay regalos...y regalos. Sinceramente, me sentí muy incómodo.

Anónimo said...

hola! qué tal? investigando en la red encontré una página que considero excelente para los que quieran emprender negocios en internet. Es un sitio con consejos sobre cómo llevar adelante un negocio, hacerlo crecer y mantenerlo. También tiene tips sobre inversiones de dinero, capitales, efectivo y banca electrónica.
Te recomiendo que lo visites, te dejo la dirección: http://dineronegocios.com/


Dinero

que pases bien!

Eifonso Lagares said...

Por desgracia el maltrato a los animales -perros,gatos, caballos, etc.- va en aumento, mucha gente los usas y una vez que les pasa las ganas los abandonan, son así de crueles.
Estaré atento e ese proyecto.
Besos

Rodavlas said...

A mi no me gustan las perreras... ni creo que podria trabajar en una de ellas...

Saludos¡¡

rosquilleta said...

Que razón tienes,
y suerte en vuestro proyecto!!

Blasfuemia said...

Es verdad que para quienes tenemos animales de compañía, aunque les tratemos bien y sean afortunados, no menos lo somos nosotros porque si algo son.. es que son tremendamente generosos. Algo que no siempre encuentras en "otros animales de compañía"

Mármara said...

Qué valor, el tuyo. A mí me es imposible ir a una perreraMe pongo enferma, sólo de oensarlo. Y miro a estas dos almas peludas y pienso, como tú, que qué suerte tengo de tenerlas conmigo.

Shiba said...

Buf, creo que si fuera a una perrera acabaría por llevármelos a todos. Es una pena como acaban, tan tristes, tan atentos... tus perras son unas privilegiadas, y seguro que las cuidas de maravilla.

Un besazo

Joven Eriza said...

Tenemos mucha suerte de convivir con ellos, que nos reciban después de un largo día, que nos despierten cada mañanica... (yo es que tengo gatitas)
Y creo que el sentimiento es mutuo.

Isabel said...

Sólo por entradas como esta merece la pena estar en la blogosfera (a pesar de la falta de tiempo, que hoy por hoy es mi mayor enemigo). El estar aquí y leer verdades tan grandes me sigue permitiendo creer en la buena voluntad e inteligencia del ser humano. No sabes como me identifico con tus palabras y es que es una verdad enorme la suerte que tenemos quienes estamos acompañados por mascotas. Un perro, un gato, nunca juzgan, nunca mienten, nunca son infieles, siempre, siempre, nos van a querer así seamos la última piltrafilla del mundo.
Cuando leí por primera vez esta este post pensé en Jordi, un pequinés que mi padre encontró en la calle y que nos acompaño durante 20 años. La historia es increíble…No sé porque, pero me apetece contártela.
Durante 12 años vivimos todos juntos, mi familia (marido, hija), mi padre y el perro, luego los siguientes 4 años ellos se fueron al pueblo, así Jordi se convirtió en el mejor amigo de mi padre y mi padre en el mejor amigo de Jordi. Un fatídico 11 de abril del 97 mi padre murió, tras 20 días de “enfermedad”…A los pocos días de estar mi padre ingresado mis tíos del pueblo me avisaron que tenia que ir por el perro ya que se pasaba los días trotando por el campo en busca de mi padre. Mi hermano fue por él y lo dejamos en casa. El pobre apenas quería comer, ni beber, echaba en falta a su amo, a pesar de todo, poco a poco iba mejorando. La noche que mi padre murió mi mundo se derrumbó…lo primero que hice a la mañana siguiente fue ir a casa a ver al perro…niña increíble puffff no recuerdo una mirada tan triste…fue tremendo, no tengo palabras…Él fue mi mayor consuelo, no puedes imaginar cuanto lloramos juntos, lo mucho que me confortó su compañía…en fin no puedo seguir. Sobrevivió a mi padre 4 años…. Y tengo mil historias hermosísimas que contar de él, pero no puedo…las lágrimas me lo impiden.

Un abrazo grandote, espero y deseo estés menos triste que esta mañana.

P.S. Te he contado esta historia y me he extendido tanto porque estoy segura que tú me vas a entender…Jordi ha sido uno de los seres que más he querido en la vida.

Marta G.Brea said...

Iria, a mí me has emocionado de verdad. Un millón de gracias por compartir esta tan bella y triste época de tu vida. Yo también te entiendo, porque siento lo mismo por estos maravillosos animalitos.

Un besazo

Anónimo said...

iria, muchas gracias por contarnos esta historia. claro que te entiendo, me siento identificada con cada palabra. el peor momento de mi vida fue la muerte de Lúa, la hija de Lola. Nunca he sentido tanto pesar, nunca. y sé que habrá gente que no entienda que perder a un perro sea tan duro... pero lo es. estoy realmente emocionada por haber encontrado en la blogosfera a tanta gente que siente lo mismo, hasta ahora me sentía un bicho raro. muchísimos bicos, iria.